Deambular impensables callejones suicidas (algunos acres (y otros muy dulces) sentipensares sobre La rebelión de los negros de Javier Raya) Por Rojo Córdova Hay que decirlo como va. La rebelión de los negros es un libro que desde el principio quería fracasar. Ese era su objetivo y esa es su victoria: cansar al que entra a sus páginas, no avanzar hacia ningún lugar, freejazzear sobre su título mismo sin ninguna meta más allá de esa. ¿Letras autogenerándose, masturbándose durante 288 páginas sin ton ni son? ¿Primera piedra analógica a la novela autogenerativa a partir de un título cualquiera?, ¿pintar una selva espesa para esconderse y ahí bien escondidito “El Autor” pueda tirar netas al lector que llegó a la dificilérrima cita venciendo viento y mareas y el metro en hora pico? Ahí en la cita imposible “El Autor” parece esperarnos en una mesa tomando café para decirnos: ‘todo era una broma, esta novela [aunque escrita] todavía no existe’. Sin embargo 1: Ahí está colgada en la red, quedan ejemplares físicos desperdigados en librerías y bibliotecas: alguien la editó, vaya (Ámbar, cooperativa editorial, para ser exactos). Sin embargo 2: La rebelión es la cara o cruz de la novela Los ladrones de Edgar Khonde… y ahí estalla la punchline de esta broma… (¿estafa letrosa, letrosísima?) Esta novela se abre como parte de un ecosistema donde Edgar Khonde (ficticio) protagoniza una novela aún no escrita pero que dialoga con otra: Los ladrones, escrita por el Edgar Khonde real (¿real?). Pero al mismo tiempo todos los lectores sabemos que el mote “Edgar Khonde”, según se explica, es una máscara, un seudónimo. Y de eso va La rebelión de los negros, de alejarse de las certezas, de las historias lineales, de las autorías individuales de las obras literarias. El tono de este libro podría ser: una oda a la incertidumbre de haber perdido “el último tren a Nuncajamás”. No-novela-sí-Novela. (¿novela-dispositivo inacabadx?habitable?) Es un chapuzón en arenas pesadas, arduas, a veces lúdicas, a veces enciclopédicas. Chapuzón en bruto a la afiladísima, amuebladísima y hermosísima mente de Javier Raya que nos brinda un experimento que se termina de activar cuando se habla se refunfuña se maldice, se escribe Con, contra, de, desde, sobre, para, por, según, sin, sobre, tras ELLA: la no-novela que no ve la necesidad de definirse novela pero que explota en sí misma en pastosa prosa porosa. Estimado lector, lectora: No se atreva a leer este libro de corrido. Mejor (recórrala) ábrala, escroleela al azar y lea algo, cualquier fragmento. Cualquiera. Seguro le ayudará a dormir o a tener pesadillas filosóficas. En una de esas, reitero, se encuentra ni más ni menos que al “Autor” burlándose de usted. Mientras él con su afro ninja de las mil máscaras lame un cigarro recién forjado ante una flamante máquina de escribir Remington mata-fascistas. Y he ahí la victoria de esta aparatosa derrota llamada La rebelión de los negros. Nota final: El monólogo que va de la página 279 a la 285, ése sí no se lo pierda, es una joya.

Parado en el agua Cortando el pan Mientras los ojos/ de ese ídolo de metal Te están mirando (brillando) Embarcaciones A la distancia/ se pierden en la niebla/ tú Naciste con una serpiente en cada puño Mientras un huracán boxeador rugía La libertad te espera un paso más allá Pero en medio de toda esta falsedad De qué te servirá El loco y el guasón En el brillo lunar/ Danzan con el ruiseñor y su cantar Oh oh oh RAYA man

Bienvenidxs Este libro es un arcoíris sólo que sus colores están entretejidos (no son lineales) sólo que sus colores son relatos, son rumbos relatando algo, o sea, también son rutas de acceso acceso a eso que fue el mural multidimensional que dibujó Javier Raya en esta página en blanco llamada espacio/tiempo. Esto que lees es un mapa al que puedes regresar si sientes que te perdiste (o si quieres repentinamente cambiar tu destino, trazar nuevas encrucijadas, giros). Elige un camino o elígelos todos así como están tejidos (lee este libro de corrido)1 o hazle una pregunta a este libro y a ver qué te contesta, ábrelo al azar. Sí. Se recomienda usar este libro para fines bibliománticos, oracula- res o adivinatorios. Este libro no es propiamente un grimorio, aunque sueña con serlo, raya este libro, pinta este libro, intervenlo, hackéalo, ponle stickers, tinturas naturales, jugos corporales, trae tus plumi- nes y ponte creativo o quémalo... Si te atreves (te perseguirán sus esquirlas por siempre y tendrás que tatuarte su nombre en la frente para liberarte de la maldición que deposito justo ahora sobre quien ose intervenir este libro de manera no amorosa, sin radicalternura. Sólo aceptará extrema violencia en su trato siempre y cuando se le pida respetuosamente permiso y el libro acepte). Este libro tiene múltiples mensajes escondidos, así que si crees leer algo que apunta hacia un sentido es muy probable que te topes con un erizo de sentidos apuntando hacia todas las direcciones2 . No interpretes este libro, úsalo como tabla esmeralda para surfear. Abísmate dentro de este libro. Deja que vea dentro de ti y te escribirá mensajitos cada que comas sopa de letras o cada que una avioneta pinte el cielo o por sms, como tú prefieras. Este libro amará consensuar cosas locas con tus delirios más salvajes. Saca ideas sangrientas de este libro para tus futuros (¿pasados?) aquelarres. También puedes regalarle este libro a tu abue, ella te enseñará a usarlo y a hacerle cosquillitas en sus partes dolorosas Nota 1: Al final si no entiendes nada, es porque lo habrás entendido todo. Porque, mira, acá en confianza, recuerda esto: para realmente lograr observar algo importante debes cerrar los ojos. Así que, pídele a alguien que todas las noches, antes de dor- mir, te lea fragmentos al azar de este libro mientras tú, ojos adentro, llamas aves que te lleven a explorar el resto del viaje que abren estas palabras acá formaditas y agarraditas de las manos. El objetivo de este juego será que te lleves un buen susto de repente o que te llenes de placer... O ambas. .